Este mes de marzo, el capitalismo ha caracterizado el Día de la mujer como una celebración comercial y consumista, donde impone los roles de domesticación, que marginan a la mujer al ámbito privado; así poco a poco desfigura el real significado, el valor histórico y la memoria de aquellas mujeres que fueron incineradas por luchar y exigir sus derechos laborales en un trabajo digno.