Te llevo por las trincheras de mi patria porque
ahí florece la ternura guerrillera
con una a una de las gotas
del fluyente rocío del amanecer a cada nuevo día.
Me acompañas con tus puños de piedra y
caminas segura de vencer el miedo y la oscuridad
y vas con tu humana ternura y tu sonrisa eficaz.
Ni en tus calles ni en tus campos sentías un partido,
volaba como errante ave
y ahora en tus marchas conociste el amor de nación.
Vas conmigo junto al combatiente heroico
hasta que germine la paz que es la esperanza.
Como mensajera de lucha en la tempestad de tu flor,
te colocas los zapatos para crecer en el cristal
y se toman las trincheras aireando la luz
como el fuego del fusil que propaga ráfagas de libertad…